Esta determinación llega después de semanas de una intensa disputa con su expareja, Benjamín Vicuña. El conflicto se desató cuando el actor revocó de manera repentina el permiso para que sus hijos viajaran fuera del país durante el año escolar, lo que provocó una fuerte reacción de la China. A través de explosivos posteos en redes sociales, lo tildó de "mal padre" e incluso reveló acusaciones de "infidelidad" y "adicción".

Un acuerdo temporal con un giro inesperado

Tras las tensiones, los abogados de ambas partes lograron un acuerdo temporal. Se estableció que los niños pasarían las vacaciones de invierno con su madre, pero debían volver a Argentina para el inicio de clases. Sin embargo, el regreso se concretó de una manera que pocos esperaban.

Según la información, la actriz priorizó su relación con Mauro Icardi, quien le ha hecho regalos ostentosos, como una casa lujosa en Estambul. Mientras los menores emprendían el largo viaje de regreso, acompañados por su abuela materna, Marcela Riveiro, y una niñera, la China se despidió de ellos con una foto en sus redes sociales, mostrando a los tres hermanos abrazados.

Las reacciones y el futuro de la familia

La decisión generó un gran debate. Vicuña, según fuentes cercanas, estaría "furioso" con la situación, aunque sus amigos intentan que el conflicto no escale. Por su parte, la China aseguró que viajará cada 15 días a Argentina para ver a los pequeños y afirmó que las puertas de su hogar en Turquía están abiertas para que sus exparejas los visiten. No obstante, Vicuña exigió que cualquier acuerdo quede "todo por escrito", frenando la posibilidad de que los niños se queden permanentemente con su madre en el exterior.

Mientras tanto, Rufina, la hija mayor de la China y Nicolás Cabré, ya se encuentra instalada en un colegio bilingüe en Turquía, con el aval de su padre. La compleja situación deja a la familia dividida entre dos continentes y con un futuro incierto.