La productora, ícono de varias generaciones, eligió el escenario para su regreso y aprovechó la víspera del cumpleaños de su hija, Romina Yan, para reafirmar su compromiso con la vida y el arte.

Su presencia fue una muestra de su fuerza, dedicando unas palabras a Romina, quien ese día habría cumplido 51 años. "Acá me tienen de casualidad, porque hoy es el cumpleaños de mi hija, y nosotros como familia nos juntamos todos los años este día", dijo con la voz entrecortada, revelando la vulnerabilidad detrás de su fortaleza.

Más allá de la emoción del reencuentro, Cris Morena destacó el concepto de la rebeldía como un pilar fundamental en su vida y en su obra. Para ella, no se trata de capricho, sino de "un acto de vida". "No aceptar lo que el mundo me impone, sino seguir lo que siento, lo que quiero y hacia dónde voy", explicó en el programa de streaming Otro Mundo, donde compartió detalles del emotivo momento.

Esta filosofía parece haber sido la fuerza que la impulsó a enfrentar el duelo de una manera inesperada. Lejos de dejarse abrumar por el dolor, Cris confesó que la tristeza se transformó en proyectos y creatividad. "Exploté de proyectos esta semana", compartió, visiblemente conmovida pero también llena de energía. "No sé qué me pasó, la tristeza se transformó en proyectos, el corazón se me puso abierto", añadió, dejando en claro que su espíritu sigue tan optimista como siempre.

Con su regreso, Cris Morena no solo demostró su entereza en un momento de profundo dolor, sino que también reafirmó su creencia en el poder transformador de la rebeldía y el arte. A través de la creación, ha encontrado una forma de canalizar la pérdida y honrar la memoria de sus seres queridos, demostrando que incluso en los momentos más oscuros, la vida y la pasión pueden seguir adelante.