Un dramático episodio de diez horas de duración mantuvo en vilo a la prensa y a las autoridades en el barrio porteño de Núñez, donde Wanda Nara se negó este viernes a entregar a sus hijas Francesca e Isabella a Mauro Icardi, tal como lo estipula una resolución del Ministerio Público Tutelar.
La mediática se atrincheró con las menores en su departamento, desatando una jornada de máxima tensión que requirió la intervención de la policía y el SAME.
La situación se originó cuando Wanda debía cumplir con la orden judicial que establecía que sus hijas pasarían siete días con su padre. Sin embargo, la conductora se rehusó, lo que provocó la movilización de efectivos policiales, personal del servicio de emergencias médicas y una gran cantidad de medios de comunicación que registraron cada instante del conflicto.
Durante horas, la abogada Elba Marcovecchio y la psicóloga Fernanda Mattera intentaron persuadir a Nara para que acatara la orden, buscando evitar una intervención de la fuerza pública y un posible trauma para las niñas. Finalmente, pasadas las 21 horas, Wanda Nara cedió y Mauro Icardi pudo retirarse del edificio con sus hijas, quienes se encontraban en el asiento trasero de su camioneta.
La salida del futbolista no estuvo exenta de incidentes, ya que en su apresurada partida, le pisó el pie a un camarógrafo del programa "LAM" (América TV).
Según informó la periodista Yanina Latorre, este accionar de la mediática podría tener consecuencias económicas. Desde el Ministerio de Justicia, se está "estudiando la posibilidad de pasarle todo el costo de este operativo de hoy a Wanda. Que pague por todo lo que movió por incumplimiento y capricho".
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