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Juan Pablo De Vigili, ex participante de Gran Hermano, rompió el silencio en una entrevista con Pronto y compartió el infierno personal que atravesó antes de ingresar al famoso reality. En una charla con el periodista Nicolás Peralta, el correntino se refirió a la estafa millonaria de la que fue víctima, un suceso que lo marcó profundamente y lo dejó "en el horno".
"Fue lo peor que me pasó en la vida", sentenció De Vigili, recordando la pesadilla que vivió. Según su relato, ingresó a la casa de Gran Hermano con una deuda considerable producto de un engaño vinculado al trading. "Me estafaron unos chaqueños; en ese momento había empezado el tema del trading, que es la compra y venta de activos financieros en los mercados para obtener ganancias a corto, mediano o largo plazo", explicó.
El ex hermanito detalló que los responsables de la estafa eran "dos chicos" que supuestamente operaban en Forex, invirtiendo en divisas como el euro y el dólar. Sin embargo, la realidad era muy diferente: "jamás fue real el negocio. Y a mí me estaban usando para tapar otros agujeros que tenían de antes".
La magnitud del engaño se reveló cuando De Vigili, tras casi un año de intentar recuperar su dinero sin éxito, decidió hacer un descargo en sus redes sociales. "Expuse todo y ahí saltaron un montón de damnificados. Como 45 personas me escribieron que las habían estafado", confesó. La modalidad era la clásica: le pidieron dinero para invertir, prometiendo grandes ganancias, hasta que las excusas y las vueltas se hicieron evidentes. "Me empezaron a dar vueltas y bueno, cuestión que era el cuento del tío", lamentó.
Lo más doloroso de la situación fue que Juan Pablo no solo perdió todos sus ahorros, sino que también involucró a sus allegados. "Puse todo e hice que se sumaran mis amigos. Entonces, tuve que salir a responder por todos y perdí mucho dinero", reveló.
A pesar del trago amargo, De Vigili encontró un aprendizaje en la experiencia. "Fue un bajón y siempre cuento que eso fue lo peor que me pasó en la vida. Pero a la vez me hizo entender que no tengo que estar dependiendo ni pensando en la opinión de los demás porque cuando pasó esto empezaron a decir barbaridades que me afectaron muchísimo. Y ahí fue donde dije: 'Bueno, listo. Que no me importe nada lo que opine la gente'. Gracias a eso yo considero que me animé a entrar en Gran Hermano", concluyó, transformando el dolor en una lección de vida.
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