Una tatuadora llamada Ashley McMullen acusó a Demi Lovato, a través de su cuenta de Instagram, de haber ido borracha al local de tatuajes y de no haber pagado por el arreglo de uno de sus tatuajes.
Ante la preocupación de sus fans, Demi Lovato decidió calmar el problema respondiendo el comentario con emoticones.
Ashley escribió en la cuenta de Instagram de la cantante “Gracias por taparte el tatuaje que te hice de forma gratuita según me indicaste tú específicamente. Por no mencionar que ni siquiera tuviste la cortesía de ofrecerte a pagarme en un primer lugar. Además, measte sobre la taza de nuestro váter e hiciste completamente el ridículo. Es una pena que la gente te admire. Y el tatuaje con el que te has cubierto el mío es bastante malo…”, comentó, junto a los hashtag “Demi Lovato es una basura” y “Asegura que está sobria”. |
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